Noches duras, días esperanzadores

En la veterinaria, ya nos habían advertido que los 2 o 3 primeros días serían difíciles de llevar. Y razón, no les faltaba. Ramón conseguía dormir escasamente unas horas gracias a los calmantes que le da a Arvo vía intravenosa, pero una vez que estos remitían, era una vuelta a empezar. Al menos este fin de semana su pareja, Vicky, le ha ayudado a cuidar de Arvo, lo que le ha venido muy bien a Ramón. Ella también está moviendo el blog por todas partes, a todas horas. Estamos muy agradecidos, de verdad. Arvo no para de recibir amor y todos los buenos cuidados que se le pueden dar por parte de quienes le quieren. Sabe que no está solo, y menos ahora.



 Los sedantes tampoco hacen demasiado efecto, al menos no abarca todo el tiempo que nos dijeron en el veterinario. Si se supone que el  efecto dure seis horas, solo alcanza a calmar el dolor durante dos. Que pase unas horas tranquilas es lo mejor que le podría pasar ahora. Debemos levantarle y sostenerle en el aire para que pueda orinar, no antes sin que grite de dolor. Es algo que no nos importa, al instante se relaja, y eso se nota.




 Es el perro más cabezota que he conocido, intentando levantarse con cada persona que llega a casa o siempre intentando ir a dormir con Ramón. Obviamente, no aguanta el camino y es lo que hace que Ramón no pueda dormir mucho. Nos fuimos a hacer la compra y al llegar, estaba de pie muy lejos de donde le habíamos dejado. Con el trasero más alto que el resto del cuerpo, e inmóvil. Tuvimos que cogerle y volver a sedarle. Pero a la hora de comer, se olvida absolutamente del dolor. O al menos eso parecía cuando movía todo el cuerpo cuando le acercábamos la cuchara.

Lo siento si es desagradable, pero alguna había que poner.


 Pero las cosas mejoran. La mejor noticia que tenemos, y la cual es muy esperanzadora, es que tiene sensibilidad en las patas traseras. La lesión no llegó a generarle que las piernas se quedasen inmovilizadas. La médula no se partió en dos. Tiene continuamente un "tick" en la pierna trasera sobre la que no está apoyado, intentando levantarse. Pero sabe lo que pasará si lo intenta.

 Según parece, la semana de consulta y medicación diaria empieza mañana, por lo que lo de ayer solo fue un plus de dinero para la veterinaria. Estuvimos una hora esperando a unas jeringuillas, apenas le tocaron y cobraron demasiado. Pero bueno, no podemos quejarnos.



 Otro día más, solo nos queda agradeceros a todos lo que estáis haciendo por Arvo y su familia. Las donaciones suben y las visitas también, continuamente. Ni siquiera sé como continuar este párrafo, no hay forma de agradecer todo esto... 

 Gracias, de corazón 


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